Lo
primero es darte cuenta de algo que aunque no quieras pensar es todo
lo contrario “debes”: la muerte va contigo siempre,
constantemente. Puedes tenerle miedo o usarlo en tu propio beneficio,
de ti depende
La
muerte es una propuesta eterna y la vida a su lado es increíblemente
corta, por lo tanto pregúntate a ti mismo ¿debo evitar hacer las
cosas que realmente quiero hacer? ¿viviré mi vida como los demás
quieren que la viva? Puedes temer tu propia muerte de forma negativa
o usarla para ayudarte a vivir de forma positiva. La próxima vez que
tengas que decidir acerca de tu propia vida, que tengas que hacer una
elección personal hazte esta pregunta: ¿Cuanto tiempo voy a estar
muerto?Ante este perspectiva eterna puedes decidir ahora lo que
prefieres, lo que eliges, y dejar a los que siempre estarán vivos
las preocupaciones, los temores, la cuestión de si te lo puedes
permitir y la culpabilidad. Si no empiezas a actuar de esta manera ya
puedes pensar en la posibilidad de vivir toda tu vida tal como los
demás piensan que debe ser. Si la estancia en Tierra es corta debe
ser por lo menos agradable.
Levántate
cada mañana agradeciendo un día mas que te ha tocado para vivir.
Decide
que quieres hacer con tu vida y “Hazlo” o sólo quédate
quejándote y deja tu vida correr.
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